HISTORIA DEL DERECHO COMERCIAL EN REPUBLICA DOMINICANA
Cuando la colonización la extracción
del oro se constituyó en el principal renglón de exportación de la colonia
hacia la metrópoli española. La empresa descubridora de por sí mercantil,
concentrándose principalmente en el atesoramiento de oro en las arcas de los reyes
de España y de ciertos colonizadores y funcionarios vinculados a la corona. De
ahí, que la población indígena fuese sometida al trabajo servil y el primer
impuesto se pagaba en oro. La explotación de las minas de oro y su exportación
a España y la importación de tejidos, implementos agrícolas y animales
constituyó el vínculo comercial y primario entre colonia y metrópoli.
Prontamente, sin embargo, la pobreza de los yacimientos de oro, la extinción
gradual de la raza aborigen y la aparición de las minas en el Perú, y las de
plata y oro en México, hizo entrar en crisis la economía del oro, y en su lugar
surgió la industria azucarera que floreció hasta mediado del siglo XVI.
De modo tal que durante casi todo el curso del siglo XVI el azúcar fue el renglón de explotación fundamental de la colonia de Santo domingo, aparte de otros productos de menor importancia como el añil, el jengibre y otros; pero a finales del mismo siglo la industria azucarera de la colonia entra en dificultades tales que casi desapareció de la estructura productiva de Santo Domingo, volviendo a la era de los trapiches productores de melaza y a la existencia de ingenios de poca significación. Las exportaciones de azúcar desaparecieron casi totalmente.
El lugar de la industria azucarera lo ocupó a finales del siglo XVI y principios del XVII el Hato Ganadero. La cría de ganado se convirtió en le renglón fundamental de la producción colonial. En le mismo siglo, pero principalmente en XVII el hato ganadero experimentó un desarrollo, antes desconocido. Este fenómeno se debió a la fuerte demanda de ganado que se originó en la parte francesa de la isla. Esta gran demanda, convirtió a este renglón en el principal producto de exportación. Las pieles también tenían una gran demanda.
En lo que respecta a las importaciones debe decirse que España, desde el momento mismo de la colonización de la isla, no estuvo en posibilidades de suplir la demanda de manufacturas que exigían las necesidades de consumo de la población colonial, debido al escaso desarrollo su propia industria manufacturera.
Por otra parte, las actividades de los corsarios de diversas nacionalidades que se establecieron en la isla Tortuga, y el consiguiente comercio que con ellos se estableció constituyó una fuente de acceso de manufactura a la colonia de Santo Domingo. No puede dejarse de lado las medidas prohibitivas establecidas por España a este tipo de comercio.
En las postrimerías del siglo XVIII y a inicios del siglo XIX el hato ganadero entró en una etapa de decadencia como consecuencia de la desaparición de la fuerte demanda de ganado de parte de la colonia francesa. Este fenómeno se agudizó por los efectos de la revolución Francesa de 1789 en la colonia de Saint Domínguez y la revolución haitiana de 1801 y sus consecuencias en la parte Española. La economía de Santo Domingo adquirió características relativamente autárquicas. Es decir, el comercio colonial entró en una aguda crisis, aunque no desapareció totalmente. Pero al producirse las invasiones haitianas de 1801 y 1804, el comercio de exportación de la colonia de Santo Domingo, ahora bajo el gobierno de Toussaint Louverture, surgió con cierta dinámica, las medidas tomadas por Toussaint en el plano agrícola, como las leyes de incentivos a la producción de tabaco, café, cacao y frutos menores, para ser destinados a la exportación, dieron un empuje importante al desarrollo de las corriente comerciales con el exterior y la apertura de la puertos y la liberalización de impuestos al comercio, completaron el cuadro que le deparó el dinamismo al comercio exportador.
De modo tal que durante casi todo el curso del siglo XVI el azúcar fue el renglón de explotación fundamental de la colonia de Santo domingo, aparte de otros productos de menor importancia como el añil, el jengibre y otros; pero a finales del mismo siglo la industria azucarera de la colonia entra en dificultades tales que casi desapareció de la estructura productiva de Santo Domingo, volviendo a la era de los trapiches productores de melaza y a la existencia de ingenios de poca significación. Las exportaciones de azúcar desaparecieron casi totalmente.
El lugar de la industria azucarera lo ocupó a finales del siglo XVI y principios del XVII el Hato Ganadero. La cría de ganado se convirtió en le renglón fundamental de la producción colonial. En le mismo siglo, pero principalmente en XVII el hato ganadero experimentó un desarrollo, antes desconocido. Este fenómeno se debió a la fuerte demanda de ganado que se originó en la parte francesa de la isla. Esta gran demanda, convirtió a este renglón en el principal producto de exportación. Las pieles también tenían una gran demanda.
En lo que respecta a las importaciones debe decirse que España, desde el momento mismo de la colonización de la isla, no estuvo en posibilidades de suplir la demanda de manufacturas que exigían las necesidades de consumo de la población colonial, debido al escaso desarrollo su propia industria manufacturera.
Por otra parte, las actividades de los corsarios de diversas nacionalidades que se establecieron en la isla Tortuga, y el consiguiente comercio que con ellos se estableció constituyó una fuente de acceso de manufactura a la colonia de Santo Domingo. No puede dejarse de lado las medidas prohibitivas establecidas por España a este tipo de comercio.
En las postrimerías del siglo XVIII y a inicios del siglo XIX el hato ganadero entró en una etapa de decadencia como consecuencia de la desaparición de la fuerte demanda de ganado de parte de la colonia francesa. Este fenómeno se agudizó por los efectos de la revolución Francesa de 1789 en la colonia de Saint Domínguez y la revolución haitiana de 1801 y sus consecuencias en la parte Española. La economía de Santo Domingo adquirió características relativamente autárquicas. Es decir, el comercio colonial entró en una aguda crisis, aunque no desapareció totalmente. Pero al producirse las invasiones haitianas de 1801 y 1804, el comercio de exportación de la colonia de Santo Domingo, ahora bajo el gobierno de Toussaint Louverture, surgió con cierta dinámica, las medidas tomadas por Toussaint en el plano agrícola, como las leyes de incentivos a la producción de tabaco, café, cacao y frutos menores, para ser destinados a la exportación, dieron un empuje importante al desarrollo de las corriente comerciales con el exterior y la apertura de la puertos y la liberalización de impuestos al comercio, completaron el cuadro que le deparó el dinamismo al comercio exportador.
En esta breve etapa entraron una buena cantidad de manufacturas de países europeos y de algunas islas del caribe. Con la desaparición del gobierno de Toussaint y el advenimiento de la dominación francesa la dinámica del comercio se detuvo momentáneamente, pues la situación de intranquilidad política registrada en esos momentos afecto el intercambio,, situación está que empeoró con el periodo de la España Boba (1809-1821).
Los principales renglones de exportaciones en estos momentos eran la madera preciosa y en menor medida el cuero, pero estas exportaciones eran pequeñas y no constitúyanlos elementos que impulsaran la economía de la parte Española de la isla. En las primeras etapas de la dominación haitiana de 1822 la economía de Santo Domingo dio un salto considerable y esto se reflejó positivamente en la expansión del comercio exterior. Boyer tomó medidas de incentivo a la producción y abrió las puertas al comercio internacional, factores que se tradujeron en una expansión de las corrientes comerciales, de las exportaciones de los productos de Santo domingo y de las importaciones de algunos países de Europa y América, así como de las islas del caribe.
A partir de 1844 el comercio de la naciente república se orientó a las islas del caribe, EE.UU., Alemania, Francia, y otros países. Pero no se desarrolló un comercio regular. La propia situación de inestabilidad influyó en el fenómeno. Esta situación se mantuvo en los años de 1844-1850. De este último año a 1870 es cuando la economía dominicana comienza a convertirse en una economía de exportación. El tabaco, el cacao y las maderas son los productos principales de exportación. En esta etapa se establecen ya vínculos estables en la Republica Dominicana y el mercado mundial capitalista, proceso que se fue acelerando con el resurgimiento de la industria azucarera en la década de 1870-1880.
En este momento, Saint Tomas y curazao forman el puente obligado entre el mercado nacional y el mercado mundial.
Desde inicios del siglo ** la economía dominicana se define exportadora de materias primas y productos agrícolas. Para abastecer el consumo local toman cuerpo las importaciones de consumo y de capital, combustibles, etc., procedentes de varios países del mercado mundial capitalista, entre los que se pueden citar Francia, Inglaterra, Alemania, España y Estados Unidos.
A partir de la intervención norteamericana de 1916 y durante todo el periodo comprendido entre los años de la dictadura de Rafael L. Trujillo, el azúcar se convirtió en el renglón principal de las exportaciones dominicanas, orientadas básicamente al mercado norteamericano e inglés. Las importaciones también provenían principalmente de los Estados Unidos.
La caña de azúcar, el cacao y el tabaco en rama constituían los principales renglones de cultivo, y en menor medida, la producción de madera. El azúcar constituía el 60% del valor total de las exportaciones.
Desde las postrimerías del año 1930 las exportaciones del país se orientan hacia Alemania, el Reino Unido, Holanda, Canadá, España, Francia, Cuba, Antillas Holandesas y Estados Unidos de América. A partir de 1932 se agregan al intercambio comercial dominicano Puerto Rico e Italia, más tarde las Antillas francesas y Marruecos.
A partir de 1935 hasta 1950 las importaciones y las exportaciones adquieren una dinámica considerable, sobre todo de 1939 a 1950 a consecuencia de los altos precios que las materias primas y los productos dominicanos adquieren en el mercado mundial.
Finalmente, en el año 1950 las exportaciones dominicanas continuaron aumentando en una dinámica relativamente constante. Esta situación dura hasta por lo menos la caída de la dictadura de Trujillo.
En 1961, una vez concluida la dictadura, las exportaciones dominicanas siguen en escala ascendente hasta la guerra del 24 de Abril de 1965 que tuvo repercusiones negativas para el comercio exterior dominicano.
Con la subida al poder del Dr. Joaquín Balaguer en 1966, las exportaciones dominicanas readquieren su dinámica favorecidas por los altos precios de los productos del agro (principalmente el azúcar), pero el gobierno orientó las divisas hacia la industria de la construcción, servicio y no hacia la producción agrícola, conjuntamente con el creciente aumento de la deuda externa, debido a los déficit de la balanza de pagos, arrojan en 1969 un saldo desfavorable en la balanza comercial de país.
Sin embargo, el aumento creciente de los precios en el mercado mundial favoreció el volumen en RD$ de las exportaciones dominicanas hasta 1974.
Entre 1965 y 1994 el intercambio comercial se registra un índice deficitario en la balanza de pagos que aumenta de manera acelerada.
El origen de este déficit tiene dos causas fundamentales: el injusto régimen de intercambio comercial que ha prevalecido en las últimas décadas entre las naciones industrializadas y la otra causa es la caída de la producción agrícola nacional lo cual ha contribuido con un aumento importante de las importaciones de muchos productos alimenticios.
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